Visita al Museo del Prado de Madrid: RUBENS

¡Buenos días a todos nuestros lectores y lectoras! Hoy venimos con un post muy especial sobre la visita que tuvimos el jueves al Museo Nacional del Prado de Madrid. Gracias a este post esperamos que aprendáis mucho, no solo sobre historia del arte, sino también sobre aspectos clave del museo para los profes. 

Vamos a empezar por cómo entrar y qué cosas hay que tener en cuenta si vienes como profe con tus alumnos. Primeramente, hay que mencionar que el museo tiene 3 entradas diferentes, por lo cual entraréis por una puerta diferente en función de si vais por la mañana o por la tarde, y si vais en excursión con niños o como turistas individualmente. Otro aspecto clave de este museo es que es enorme, lo que lo convierte en un problema a la hora de visitarlo con niños muy pequeños. Por este motivo, es necesario hacer una investigación previa al lugar antes de llegar con los peques para no recorrerse el museo varias veces de un lado para otro. 

Ahora vamos a hablar de las obras de arte propiamente. No obstante, antes vamos a hacer una pequeña introducción acerca de este museo. El Museo del Prado fue construido en 1785 por Juan de Villanueva, pero no se construyó como un museo, sino como Gabinete de Historia Natural. Pertenece al periodo conocido como Neoclasicismo. Como hemos dicho antes, este museo tiene tres entradas diferentes y cada una de ellas está dedicada a un artista diferente y cuenta con una estatua de dicho artista: la entrada principal se conoce como "la puerta de Velázquez", el acceso norte se llama "la puerta de Goya" y el acceso sur se conoce como "la puerta de Murillo". 

Figura 1. El Museo del Prado. 

El período del que vamos a hablar es el Barroco. En España tenemos una gran colección de pintura flamenca (llamada así porque se desarrolló en Flandes, lo que actualmente es Bélgica) y también tenemos la colección más importante de Rubens. Esto se lo podemos agradecer al rey español de aquella época, Felipe IV, quien era un gran coleccionista de pintura. 

Pero, ¿quién fue Rubens?

Peter Paul Rubens (1577-1640) se formó en la pintura influido por el manierismo italiano, que se caracteriza por las formas difíciles y poco naturales. En el 1600, Rubens viajó a Italia, donde estudió a artistas como Miguel Ángel, Rafael, Caravaggio, los Carracci y la pintura veneciana. Este viaje le influenció en muchas de sus obras con características como un rico colorido, figuras ostentosas y una pincelada suelta. La primera obra suya que vimos en el museo fue la serie de Los cinco sentidos que hizo con Jan Brueghel el Viejo. 

Figura 2. La Vista

Figura 3. El Oído

Figura 5. El Gusto. 

Figura 6. El Tacto. 

Esta colección se basa en representar los cincos sentidos en cinco cuadros diferentes y se llevó a cabo entre 1617 y 1618. Por ello, el cuadro dedicado al oído está repleto de objetos que evocan el sonido, como música o animales, así como los demás. Además, otro aspecto en común que tienen todos los cuadros es la aparición de Venus, diosa del amor, que es representada en varios cuadros con un niño, Cupido y ambos nos ayudan a conocer aspectos de la época, como qué comían y hacían. 

La siguiente pintura que vimos fue El Nacimiento de la Vía Láctea realizada entre 1636 y 1638. Representa el mito de cómo surgió la Vía Láctea. Antes, en los siglos XV al XVII, cuando miraban al cielo, se podía ver la Vía Láctea y se referían a ella como un puente de plata. Según el mito, Hércules (el bebé del cuadro) nació de una de las aventuras de Zeus con una mujer que no era su esposa Hera, y sin embargo fue Hera la que se encargó, como vemos en el cuadro, de darle el pecho a Hércules. Lo que vemos representado en el cuadro es el momento en el que Hércules chupa con demasiada fuerza, haciendo daño a Hera, la cual se aparta y se derrama la leche, formando la Vía Láctea. 

Una curiosidad sobre este cuadro es que, si nos fijamos, además de la leche derramada podemos ver puntitos dibujados representando las estrellas de la Vía Láctea, un dato que solo fue posible de ver gracias a la invención del telescopio. 

Dato gracioso sobre este aparato: lo primero que hicieron con el telescopio no fue mirar al cielo, fue observar espermatozoides. 

Figura 7. El Nacimiento de la Vía Láctea. 

La última obra que vimos de Rubens fue Saturno devorando a un hijo  que fue realizada entre 1636 y 1638. Esta obra será posteriormente realizada de nuevo por Goya. Representa el mito según el cual Cronos (o Saturno) se comió a todos los hijos que tuvo con Rea para evitar la profecía de Urano que decía que uno de sus hijos le iba a destronar. De esta manera, consiguió comérselos a todos menos a Zeus porque Rea le ocultó y cuando creció terminó derrotando a Cronos y salvando a sus hermanos que todavía estaban dentro de Cronos. 

Figura 8. Saturno devorando a un hijo.

Además, encima de las dos figuras humanas podemos observar tres objetos brillantes que, con el paso del tiempo, se ha descubierto que representan al planeta Saturno (relacionándolo con el mito) y sus dos lunas, las cuales eran posibles de ver gracias al telescopio. 

Hasta aquí el post de hoy sobre la visita al Museo del Prado, pero no os preocupéis que haremos más entradas de esta excursión y de la historia del arte en general, así que ¡estad atentos y atentas!


Bibliografía: 

Museo Nacional del Prado (s.f.). Museo del Prado. Museo Nacional del Prado (museodelprado.es) 

Autoras: Carla Navarra, Carla Ortiz, Lorena Rabazo, Sofía Salto, Celia Sanz & Mara Torres.

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