El Antiguo Egipto bajo una Perspectiva Docente

Hoy nos gustaría comentar y compartir con nuestra comunidad la visita al Museo Arqueológico Nacional, situado en la Calle Serrano en Madrid. Dicha visita la realizamos el jueves  22 de septiembre junto a todo el subgrupo 2 de la parte de la asignatura Fundamentos y Didáctica de la Historia que imparte Ana Valtierra.

Esta excusión fue destinada a la etapa de Egipto. Eran salas ambientadas con luces suaves para poder viajar a aquella época en la que nos encontrábamos sumergidos. Toda la visita iba enfocada en cómo poder llevar a una clase de nuestro futuro alumnado más pequeño a ese museo, por lo que en todo momento y en aquellas paradas que íbamos haciendo, se nos mostraban las ventajas e inconvenientes de pararnos con un grupo de niños en determinados espacios. Es decir, había lugares en los que había grandes explanadas de espacio en los que nuestros alumnos podrían sentarse sin interrumpir, en ningún momento el paso de otros visitantes del museo. Por ejemplo, como vemos en la siguiente imagen (Figura 1).

FIGURA 1.

En cuanto a los contenidos fundamentales que fuimos viendo a lo largo de la visita fueron los siguientes. En un primer momento, comenzamos observando los característicos útiles y herramientas que en aquella época se usaban, así como diferentes tipos de calzados que se han podido conservar de aquel tiempo (Figura 2).

FIGURA 2.

Posteriormente, la visita comenzó a cobrar un ambiente más religioso introduciéndonos en la religión y en los dioses a los que los egipcios rendían culto. De esta manera, el dios más representado en la exposición notablemente era Ra, el dios del sol. A este dios se le representaba con cuerpo de hombre y cabeza de halcón. Pero… ¿por qué es el más representado en aquella época? Esta respuesta se obtiene viajando a aquella época en la que se inició el culto a los dioses. Este dios era considerado el dios del origen de la vida en la mitología egipcia y no solo el dios del sol sino, además, responsable del ciclo de la muerte y resurrección.

Sin embargo, aquí es donde entra otro de los dioses que también es representado por un halcón, el dios Horus (Figura 3) o dios del cielo. Ambos dioses son representados con cabeza de Halcón. Sin embargo, aquello que les diferencia es su representación. En el caso de Horus, se le representaba con cuerpo humano, cabeza de halcón y con una doble corona; por el contrario, a Ra se le representaba con cuerpo humano, cabeza de halcón y con un sol encima de esta.

 FIGURA 3.

Además, como podemos ver  (Figura 4) no solo existían esos dos dioses sino muchos más y cada uno poseía el poder de cada uno de los aspectos que conjuntaban la vida egipcia. Nos encontramos con Isis representada con un bebé entre sus brazos y gran sol sobre su cabeza, era diosa de la fertilidad y de la salud. Además, también se la consideraba diosa de la magia y protectora del reino. Cabe destacar, que era la madre de Horus, ya mencionado anteriormente.

FIGURA 4.

Por otro lado, a la izquierda de Isis nos encontramos con Osiris, su esposo y padre de Horus. Se le consideraba el dios de la agricultura y a su vez, de la muerte y de la resurrección o del inframundo. Se le representaba como un hombre de piel verde y una barba característica de los faraones, con una corona adornada con dos grandes plumas de avestruz y las piernas parcialmente envueltas como si de una momia se tratase. Además, en sus manos llevaba un mayal y un báculo simbólico. El primero de ellos era una herramienta asociada a la agricultura de la época y, el báculo el cual simbolizaba el poder.

 

Por otro lado, pasamos a ver los sarcófagos, un tema que hay que saber tratar debido a que para alumnos muy pequeños pude ser un tema un poco complicado y difícil de explicar debido a que puede hacer surgir el temor de los niños hacia este tema. Por ello se debe tratar de maneral más general y dinámica posible para que les resulte atractiva y no genere en ellos miedo.

Nos centramos principalmente en un sarcófago de lo más interesante puesto que se trataba de una mujer, una mujer cantadora (Figura 5), y no de un faraón que era lo más común en esa época. En este sarcófago, los símbolos representados eran de lo más variados y a través de ellos es como conseguimos averiguar que se trataba de una cantadora, además de ver en la parte superior que se trataba de una mujer debido al tono de piel que el sarcófago tenía diferente al tono de piel que en los sarcófagos de hombres había. Además, como en el resto de los sarcófagos existían una gran variedad de símbolos los cuales se hacían en los sarcófagos con determinados fines en el más allá, es decir, se representaban en los sarcófagos como amuletos para la persona que había muerto. Por ejemplo, el escarabajo con el sol el cual representaba el amanecer o el sol naciente, es decir, el comienzo de un nuevo día, la resurrección; la Ankh o cruz ansada la cual era representante de vida eterna; y otros símbolos como el ojo de Horus que representaba la protección. Además, en cuanto al escarabajo alado cabe destacar que se situaba como amuleto sobre el corazón del difunto para protegerlo durante su viaje hacia el inframundo.

 FIGURA 5.

Esta visita finalizó tras acabar la explicación sobre los sarcófagos, momias y momificaciones del Antiguo Egipto. Tras estas explicaciones pudimos concluir que es necesario antes de realizar cualquier tipo de excursión tener una preparación previa puesto que no siempre se puede contar con un espacio suficientemente amplio como para poder parar al grupo de alumnos en esa zona o incluso no poderse sentar puesto que pude haber estantes a los que niños muy pequeños no sean capaces de llegar a ver lo que hay en ellos.

Sin embargo, lo más importante que se debe tener en cuenta a la hora de realizar una excursión es conseguir que sea dinámica, amena y divertida, así como lo más lúdica dentro de lo posible para conseguir una motivación en el alumnado por seguir adquiriendo más conocimiento sobre el tema que se le presenta en cada excursión, en este caso el Antiguo Egipto.

Autoras:   Carla Navarro, Carla Ortiz, Mara Torres , Sofía Gala Salto, Lorena Rabazo y Celia Sanz.