Visita Dinamizada de la Exposición Momias en Caixaforum.
Primeramente, diremos que nos gustó especialmente
que la visita se llevara a cabo como si fuéramos alumnado de Educación
Primaria. De hecho, una vez llegamos y antes de entrar en la sala el guía repartió
por toda la clase seis mochilas con una misteriosa etiqueta que contenía
escrito un extraño nombre, colgando de la misma como podemos observar en la primera
figura. Cabe destacar que a lo largo de la exposición las mochilas deberían
rotar por toda la clase. Seguidamente, comenzamos con la visita.
Figura 1
Así pues, nos relataron que la colección
está formada por objetos procedentes del British Museum. Conforme avanzamos pudimos
entender que las mochilas que nos colgamos antes de entrar en la sala eran muy
especiales, puesto que representaban a seis individuos que vivieron entre los
años 800 a.C. y 55 d.C. a lo largo del Valle del Nilo, ilustrado en la segunda
figura. Por tanto, destacaremos que residieron durante las Dinastías XXII, XXV,
XXVI, el Periodo Grecorromano y Romano.
Figura 2
Las últimas investigaciones realizadas permitieron
desarrollar un perfil personal de cada uno de ellos. Así pues, podemos hacernos
una idea de su edad, sus creencias, oficios, enfermedades que sufrieron y, en
algunos casos, su muerte. Desde Caixaforum y con el objetivo de dar a conocer dichos
aspectos de una forma lúdica llenaron las mochilas con objetos tales como
tejidos similares con los que habían sido momificados o el original documento
científico de identidad de las momias cuya validez es la eternidad. En el caso
de la Figura 3, el nombre del individuo es Takhemenet que, aunque el sexo es
desconocido, se trata de un adulto de edades comprendidas entre 35 y 49 años. Su
lugar de residencia era Tebas. Cabe destacar que su estatura es de 151,5 cm. Referente
a su ocupación es “Señora de la Casa” y diremos que padeció aterosclerosis (enfermedad relacionada con la acumulación de grasas y colesterol en las arterias).
Figura 3
Como
bien sabemos, la cuestión de la vida y la muerte han sido tópicos muy tratados a
lo largo de toda la historia de la humanidad, especialmente cobraba gran
importancia en las antiguas civilizaciones. En el Antiguo Egipto creían que el
alma sobrevivía a la muerte, por consiguiente, la momificación servía para
sobrevivir a la muerte y conducir el cuerpo a la vida del más allá. Cabe
mencionar que los egipcios momificaban a los muertos a través de un proceso tan
complejo que muchos han sobrevivido hasta nuestros días. A partir de los siglos
IX y VIII, los sarcófagos se sustituyeron por cajas de cartonaje cuya
confección era más sencilla con una base de yeso y lino repleto de cola (figura
4), destacando su sujeción al cuerpo.
Figura 4
Por
último, nos gustaría destacar la Momia de Nesperennub (figura 5) que fue
situada en una caja de cartonaje. Su inscripción nos proporciona su nombre. De
hecho, la combinación de las inscripciones nos permite realizar una
reconstrucción de hasta doce generaciones de su árbol genealógico. Dicha caja
está decorada con escenas e inscripciones religiosas. Asimismo, observamos el
conocido escarabajo que representa al dios Khepr y, a su vez, el sol naciente. En
cuanto a la imagen central es un emblema de Osiris, el dios protector de los
difuntos en el Mas Allá.
Figura 5
Dicha
visita, nos lleva a reflexionar la responsabilidad educativa que tiene el
docente, puesto que antes de realizar una excursión con el alumnado debe
realizar un trabajo previo. Dicho trabajo debe invitar y captar la atención del
alumno, de manera que el individuo sienta la necesidad y las ganas de aprender,
haciéndole reflexionar y conformar sus propias ideas sobre la realidad.
Asimismo, dicha motivación es indispensable para obtener resultados
satisfactorios. Somos conscientes de la dificultad que tiene este proyecto,
puesto que partimos de unos objetivos establecidos a nivel institucional y que,
además, deja de lado la situación particular de cada individuo. Se hace
evidente que los nuevos proyectos educativos conllevan nuevas necesidades. Para
cumplir dichos objetivos educativos es fundamental que exista el deseo en cada
sujeto de obtener los conocimientos y la voluntad de aprendizaje. Por esto,
entendemos al alumno como un individuo con una intencionalidad a la hora de
realizar sus actos. Este necesita un proyecto educativo para que su desarrollo
le proporcione las herramientas necesarias para desenvolverse en la sociedad.
Para ello, necesita formar parte de un colectivo, ocupando los distintos roles
que se le asignan en los proyectos en los que participa como es el caso de
intercambiarse las mochilas a lo largo de esta exposición, sintiéndose protagonistas
de su propio aprendizaje.
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