Visitando el Museo del Prado: FIGURAS FEMENINAS
¡Buenos días a todas y todos los que nos estáis leyendo! Hoy 25 de noviembre, como 💜Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer💜os traemos un post muy especial acerca de la visita que hicimos hace unos días al Museo Nacional del Prado... PERO CENTRADO EN LAS MUJERES. En este post vamos a centrarnos en dos figuras femeninas muy importantes que vimos durante nuestra visita y que, desgraciadamente, suelen pasar desapercibidas por mucha gente.
Al igual que en la entrada anterior sobre el Museo del Prado, nos vamos a centrar en el período del Barroco y nuestra primera mujer es... CLARA PEETERS. Esta autora realizó varios bodegones, pero os vamos a hablar en profundidad sobre dos de ellos. El primero que se llama Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas. Esta obra se remonta al año 1611 y pertenece a una época en la que las mujeres no tenían permitido aprender como lo hacían los hombres.
El bodegón, también conocido como naturaleza muerta, es una obra de arte en la que se representan únicamente objetos inanimados. En este caso, podemos ver los objetos que representa que son un mantel, salero, una taza, un pastel, una jarra, un plato con aceitunas y aves asadas. Los bodegones eran más baratos que otras obras y las personas de la burguesía usaban estos cuadros para decorar sus casas. El plato de aceitunas en Flandes nos recuerda que en el siglo XVII se importaban desde Andalucía las aceitunas para gente que tenía dinero porque en los tratados médicos se decía que las aceitunas abrían el apetito.
En la foto que aparece más arriba sobre la obra no se llega a apreciar, pero si os metéis en la página web del Museo Nacional del Prado y hacéis zoom podéis ver grabado el nombre de la autora en el borde del mango del cuchillo. Esta firma la realizó la autora para que su obra fuera reconocida y para que ella no fuera olvidada. Este aspecto, firmar las obras, no era algo que hicieran todas las mujeres, pero Clara quería que se la recordase, así que en sus obras podemos ver firmas, autorretratos y demás cosas que nos dicen que ella fue la autora de esa pieza. Se dice que el cuchillo que aparece en el cuadro es un cuchillo de boda, es decir, un cuchillo que te regalan el día de tu boda y que tú usas cuando vas a comer a casa de otras personas. Incluso se dice que ese cuchillo era el propio cuchillo de Clara, lo que nos daría a entender que estaba casada y que pese a ello, podía pintar.
Otro cuadro que vimos de esta autora fue Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre, del año 1611. En esta obra podemos ver un gran estudio de los reflejos por parte de la autora, sobre todo en la tetera y en la jarra del medio. En estos mismos lugares, si nos fijamos bien, podemos ver el reflejo de Clara, porque sí señoras y señores, como dije antes a esta autora le gustaba hacerse autorretratos en algunas de sus obras, y esta es una de esas obras. (De nuevo, la calidad de la fotografía que hemos puesto aquí no es lo suficientemente buena como para ver este autorretrato, pero si nos metemos en la página web del museo se puede apreciar mejor).
Figura 1. Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre.
La segunda y última autora que vimos fue Artemisa Gentileschi con su obra Nacimiento de san Juan Bautista, de 1635. Esta obra barroca hasta hace poco tiempo había estado en el sótano del museo y recientemente ha sido sacada a la luz. Artemisa aprendió a pintar gracias a su padre, quien también era pintor, yendo a su taller con él.
Muchas de sus obras, esta concretamente no, están marcadas por un suceso trágico que le ocurrió: un discípulo de su padre la violó. Decidió denunciarle con el apoyo de su padre (¡ole ella!), pero durante el juicio fue cuestionada y la sometieron a muchas torturas para comprobar que decía la verdad (se pueden encontrar registros de ese juicio hoy en día en algunas bibliotecas). Debido a todo este incidente, se aprecia que muchas de sus obras son muy agresivas, en mayor medida hacia el sexo masculino.
Figura 2. Nacimiento de san Juan Bautista
Esta obra concretamente, representa el nacimiento de Juan Bautista y nos dice cómo era el ambiente en el que nacían los niños en aquella época. Como podemos ver, los niños no nacían en un hospital, sino en las propias casas con la ayuda de las madres y las abuelas (las cuales ya tenían experiencia con los partos). Por otro lado, vemos al que se piensa que es el padre a la izquierda con papeles sin prestarle atención al niño recién nacido.
¡Y hasta aquí el post de hoy! Esperamos que os haya gustado mucho y que os haya servido para comprobar que, incluso si en la escuela no nos estudian, las mujeres hemos existido y realizado muchas contribuciones a lo largo de la historia.
Bibliografía:
Museo Nacional del Prado (s.f.). Museo del Prado. Museo Nacional del Prado (museodelprado.es)
Autoras: Carla Navarra, Carla Ortiz, Lorena Rabazo, Sofía Salto, Celia Sanz & Mara Torres.
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